Parece un cactus cualquiera, pero es una especie invasora que desplaza la vegetación nativa en toda España
Parece inofensivo, pero este adorable animalito es una especie invasora en España que destruye ecosistemas
Te lo comes en la paella, pero es una especie invasora que está acabando con los ecosistemas marinos españoles
Tiene una carita adorable, pero es una de las especies invasoras más dañinas que tenemos en España
Ni enero ni agosto: si tu hijo ha nacido en uno de estos 3 meses va a ser más inteligente, según la ciencia
El sencillo truco para intensificar el sabor del tomate con este ingrediente que ya tienes en casa

En España hay más de 200 especies invasoras. Algunas son animales grandes que devastan el ecosistema a su paso. Otras, diminutas, se mezclan sin que nadie se pare a pensar en ellas. Y después están las que casi ni se consideran un problema, hasta que es demasiado tarde.
Las plantas invasoras tienen esa capacidad inquietante de pasar desapercibidas. Están ahí, quietas, creciendo en silencio, hasta que un día el paisaje ha cambiado sin que uno lo note. El campo que antes estaba cubierto de especies autóctonas ahora muestra un verde distinto, más apagado, más agresivo. Y uno se pregunta: ¿cuándo pasó esto? ¿Y cómo es que nadie se dio cuenta?
La Agave americana es un buen ejemplo. A simple vista, parece un cactus más. Pero su expansión por el territorio español ha supuesto un golpe silencioso (y muy real) a la vegetación nativa.
Esta es la planta invasora que está desplazando la vegetación en toda España
La Agave americana llegó desde México hace siglos, en tiempos de los conquistadores. Se trajo primero como planta ornamental, luego por su fibra textil. Se usó para marcar caminos, cercar fincas o incluso reforzar tejados en casas rurales. Hoy está en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.
Se dice que recuerda a un cactus porque es una planta robusta, de porte seco y armado. Sus hojas, grandes, duras y espinosas, forman rosetas que brotan directamente del suelo.
Puede vivir décadas, pero florece sólo una vez, justo antes de morir. Pero, claramente, no desaparece del todo, sino que deja una nueva generación de brotes que surgen desde su base subterránea. Y así, poco a poco, sin que nos demos cuenta, empieza a ocupar cada vez más espacio.
El problema no es sólo que ocupe sitio. También impide el crecimiento de otras especies al privarlas de luz, nutrientes y espacio. Compite y cambia el suelo, altera el hábitat y reduce la biodiversidad. Ademá, sus espinas suponen un riesgo para personas y fauna, por lo que hay que tener mucho cuidado si se cruza con una.
La Agave americana es una planta sumamente resistente. Con sol y un suelo bien drenado, aguanta la sequía sin problema. Es por eso que prospera en taludes, cunetas, laderas o pedregales sin ayuda.
Como suele pasar con las especies invasoras, erradicarla no es fácil, pues hay que eliminar completamente todos sus rizomas y repetir el proceso durante años. No basta con cortar la parte visible, sino que hay que ir a lo profundo, algo que se traduce en dinero, tiempo y mucha mano de obra.
¿Qué se puede hacer con esta planta invasora?
Aunque no sirve para hacer tequila, como sí lo hace su prima, la Agave tequilana, la Agave americana tiene varios usos interesantes. Algunos con historia, otros que aún se mantienen.
Fibras naturales
Sus hojas están llenas de fibras resistentes. Durante siglos se han utilizado para hacer cuerdas, costales, esteras o tejidos rústicos. No es tan refinado como el sisal, pero es eficaz y sigue vigente en algunas regiones.
Medicina tradicional
En ciertas zonas se ha usado el jugo de sus hojas para tratar heridas o afecciones digestivas.
Decoración
También es muy popular como planta decorativa, especialmente en jardines secos, donde su estética escultórica encaja bien. Ojo: su savia puede irritar la piel, así que conviene tener precaución.
Temas:
- Curiosidades
- Plantas